SAFO

SAFO

viernes, 21 de octubre de 2011

El Buho y el Raton

Érase una casa destruida por el tiempo y por la falta de vida, en ella solamente vivía un ratón, el cual se encontraba famélico por la falta de alimento. Un día este ratón decide salir de la casa para buscar comida, pero en las cercanías de su hogar no había absolutamente nada, salvo un búho parado sobre la rama de un árbol seco. El ratón se acercó a la parte baja del árbol y le pidió al búho que lo ayude a buscar algo de comida, el búho sin mediar ayudo al ratón: le dijo que a unos 50 metros se veía un trozo de algo que podría ser comestible. El ratón fue al lugar que le dijo el búho, pero no vio nada, luego giro su cuerpo y encontró al menos un trozo de una manzana podrida que al menos le serviría de alimento. El ratón volvió a su refugio con algo de la manzana en su estómago y con el resto que le serviría para unos días más. Tres días después, ocurrió lo mismo: el ratón salió a ver si encontraba comida, el búho lo guió y al menos de casualidad, el ratón podría seguir alimentándose. La tercera vez que ocurrió lo mismo, el ratón se dirigió a un árbol que estaba floreciendo y por el cual el ratón podría comer por muchísimo tiempo más. Pasaron varios meses y el ratón no apareció más por el árbol todavía marchito del búho. El que ahora pasaba hambre era el búho. Este era orgulloso y no le gustaba que lo ayuden, pero no le quedaba otra opción que pedirle al ratón que le dé algo de comida. El búho temeroso fue hacia la nueva guarida del ratón, el cual ya no estaba solo, y le pidió algo de comida. El ratón respondió que le daría algo pero que no quería dejar a su gente sin comer. El búho se fue triste, voló por todos lados, pero seguía sin encontrar su comida, así que volvió a insistir con el ratón. Esta vez el búho fue más insistente debido a su desesperación. Esto hizo que el ratón se sienta paranoico, por eso organizó a su gente para que esa misma noche vaya al árbol del búho y lo ataquen para que no vuelva a molestar. Esa noche, los ratones se dirigieron al árbol marchito, mientras el búho los observaba acercarse. Una vez que los ratones llegaron al árbol, el ratón les dijo a sus compañeros que retrocedan unos pasos, en ese mismo instante bajo el búho. El ratón lo enfrentó y le dijo que venía a disuadirlo de su insistente presencia, el búho dijo que lo entendía, pero que para logar su objetivo de disuasión debería matarlo o simplemente compartir su comida. El ratón dudo un poco pero finalmente les dio la orden a sus amigos para que ataquen al búho. Los ratones mataron al búho y se fueron llenos de satisfacción a festejar a su árbol frondoso, pero cuando volvieron una serpiente los ataco y los mato a todos. Era la serpiente que siempre estuvo oculta porque le había tenido miedo al búho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario