SAFO

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martes, 19 de enero de 2016

JUAN BARDO DEBE MORIR

Bitácora del capitán del barco hundido



Día 290


Cuando se me ocurrió hacer el personaje de Juan Bardo intente de que sea una especie de antítesis mía, un ganador sin esfuerzo que aprovecha los recursos al máximo sin tener ningún tipo de moral, similar al personaje de Ian Fleming, el espía ingles James Bond. Pero mi idea era hacerlo argentino, no solo un espía de este país, sino un típico porteño agrandado, poco solvente y que miente hasta cuando no es necesario hacerlo. Para ello me basé en un miembro de mi familia: mi tío, sumándole elementos de algún profesor medio loco que tuve en la secundaria. Y así surgió Bardo, una persona que solamente quiere el divertimento pasajero mientras busca dinero para poder sostener ese ritmo de vida.
A mi tío, como a mucha gente que conozco, le gusta mas ver que hace el otro, le gusta espiarlo, controlarlo y manipularlo porque sabe que él esta vació y que lo único que lo llena es el vació del otro, al menos para sentirse acompañado, tal y como hace Juan bardo con el agente del FBI o con Sergio Massaso. Otro elemento importante es que Juan es el reflejo del típico porteño de antaño: mujeriego, nostálgico, chanta y controlador; pero lo mas importante es que se la cree y que sus verdades son las únicas válidas.
Todos tenemos algo de Juan Bardo dentro nuestro, algunos muchos mas que otros, pero algo de maldad o estupidez siempre quedan, aunque vayamos evolucionando como personas. Como Juan, muchos otros tratan a las mujeres como objetos, incluso entre mujeres mismas, y muchos también tiran sus ahorros y esfuerzos en el casino para crear un atajo hacia el dinero fácil sin transpirar la camiseta, arriesgarse o pensar y eso es lo que representa Bardo, el que otro (un boludo) haga las cosas mientras uno las disfruta. O sea que los Juanes Bardos del mundo que se aprovechan de los laburantes, los verdaderos laburantes silenciosos, son los que deben morir.
Los tipos como Juan o como mi tío, son entradores, causan empatía instantánea cuando recién los conoces, son solidarios muchas veces, pero como hace la mafia, después piden devoluciones de favores y si uno no responde favorablemente, la empatía se transforma en antipatía instantáneamente, revelando su verdadero ser.
Los seguidores o aduladores de Juan bardo, son tipos satélites similares a Sergio Massaso, el cual admira a Bardo, pero en realidad lo envidia porque quiere ser como él pero no tiene las habilidades ni la inteligencia para lograr su cometido y siguen a Bardo con la esperanza de que este los ayude o los haga sus perritos falderos para compartir sus conquistas. Por eso hay muchos mas Massasos que Bardo en el mundo, mucha gente estúpida que sigue al líder desgraciado para tener una esperanza de pertenecer a su circulo.
Y para terminar siempre me va a quedar la duda del profesor loco del secundario, ¿era un personaje para llamar la atención o era su forma de ser sin ningún tipo de resquemor? Creo que nunca lo sabre, pero creo que cada vez que pasa el tiempo le tomo mas respeto, aunque mas que nada, pierdo el respeto por los demás porque como mi tío, hasta el reloj que esta parado, dos veces al día da bien la hora y en sus alocuciones de verdades sobre la vida había algunas cosas en las que tenia razón. O sea que Juan bardo, puede ser la peor persona del universo, ser misógino, homofobico, xenofobo, pero en algunas cosas comprobé que estaba acertado como cuando hablaba de las mujeres del segundo tiempo, esas que después de unos años solo les interesa caer bien paradas económicamente, esas que hacen pensar a uno que Juan Bardo puede ser el peor ser humano de todos los peores seres humanos, pero que al final de cuentas se muestra como es, dice lo que siente y si te manda a la mierda, lo hace con estilo.

Pueden ver la aventura de Juan Bardo sino la vieron, buscando en youtube o en cualquier lugar de internet el cortometraje “Casino Flotante”

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